Dulce pesadilla

La sangre corría por mis manos,
aun mi cuerpo temblaba,
de miedo y horror se nublo mi mente,
las memorias de una maldición destinada
empezaban a descender en forma de hiel y fuego desgarrando mis venas.
Perturbada. Llena del vacío  que mis propias heridas me provocaban,
el dolor de miles de palabras arrojadas al abismo de una inocencia perdida.
... Y la oscuridad empezó a saciarse de lo que una vez pareció ser felicidad.
Suplicas congeladas en el tiempo,
huellas que a cada paso se borraban,
ya no había salida... Toda esperanza había muerto...
Bajo el abrigo de los espectros del pasado,
un nuevo descenso había iniciado..
Quizá era el día de hacer reales tantas pesadillas,
una vida terminada,
el dulce y extraño sabor de una muerte anhelada..

No fue suficiente...

...Mas una noche no fue suficiente,
el tiempo comenzaba a terminar,
en las huellas de recuerdos que el tiempo habría de llevarse,
se encontraban aquellos besos robados,
las caricias prohibidas,
palabras nunca dichas, versos nunca mas dedicados,
el miedo de perder algo nunca poseído.
¿Que habría
de esperar?
Si acaso la esperanza existiera entonces se aferraría a ella,
a un vago reflejo de luz absuelto en la cruda oscuridad...
Una casualidad inconscientemente planeada,
y dibujos de sueños y noches adornadas con estrellas.
Mas el tiempo no fue suficiente,
y la angustia regreso,
mis heridas de nuevo se abrieron,
y la sangre purpura corrió,
no seria la primera vez,
mas el lazo se rompió,
el tiempo no fue suficiente,
una ilusión mas que al vacío cayo...